MIRANDE Y THANATOS - LA MUERTE HEROICA
En este           artículo A. Arkotxa-Scarcia pone de manifiesto la influencia que           tuvo, junto con otras corrientes, el nacional-socialismo en la concepción           estética de Jon Mirande. 
      
        
    En primer lugar, la autora hace hincapié, valiéndose de           citas que dejan poco margen a la duda, en algunas afirmaciones antisemitas           y racistas de Jon Mirande, en las que insistió varias veces a través           de artículos y cartas. Sin embargo, cuando Mirande quiere defender           lo indefendible: "Había más libertad de expresión           en la Alemania de Hitler que en nuestro pueblo; y de todos modos los alemanes           que estaban prohibidos en su tierra podían escribir en el exilio           (como lo hicieron Mann, Freud y muchos otros)" queda patente la emergencia           de una contradicción inevitable entre el Mirande defensor del nazismo,           ideología que suprime toda libertad de expresión, y el Mirande           escritor, amante precisamente de dicha libertad de expresión y           que reconoce de facto que Freud y Mann tuvieron que huir para poder seguir           escribiendo. 
El Mirande defensor de los pueblos minoritarios y del pueblo vasco en particular tampoco puede ser comprendido sin tener en cuenta la influencia del nacional- socialismo, puesto que en realidad dicha reivindicación la hace dentro de unos limites geográficos y humanos muy estrechos y selectivos: pueblos minoritarios blancos de Europa y de una Europa más bien del norte. Así, cuando Mirande afirma "Admitamos que los vascos son como los demás pueblos europeos, miembros de la gran familia de las razas blancas: ése es el mas seguro indicio de nuestra europeanidad fundamental.", queda claro que, por ejemplo, las comunidades autóctonas de América no caben en esa visión fundamentalmente racista y no humanista.
La autora           del artículo analiza también la influencia de Nietzsche           en el pensamiento de Mirande, pero deja claro que el pensamiento del filósofo           alemán fue desfigurado y utilizado por Hitler, que como bien dice           E. Gil Bera "(le) canonizó (...) -sin haberle leído           jamás- a través de un templo ridículo en Weimar."           Asimismo, la autora del artículo hace recordar, con A. Goldschmidt,           que la importancia del pensamiento de Nietzsche en las obras de antinazis           como T. Mann o H. Hesse fue grande. 
    
    En la segunda el artículo se centra en una de las temáticas           recuperadas y desarrolladas por el nacional-socialismo, la de la muerte           heroica y de su incidencia particular en dos poesías de Mirande:           Eresi (Elegía) y Godu abestia (Canción guerrera). Se hace           patente la recurrencia de las imagenes viriles del régimen diurno:           guerreros, armas, cuerpos erguidos, banderas izadas, etc., así           como la presencia en uno de los poemas de la idea del eterno retorno en           la cual reconoceremos, una vez más, la influencia del Zarathoustra           de Nietzsche. 
Cierto es que no se pueden entender ciertos postulados estéticos de Mirande dejando de lado los que desarrolló el nacional-socialismo, que deformó y utilizó para su material de propaganda corrientes estéticas heredadas del romanticismo europeo; pero no es menos cierto que Mirande fue un poeta auténtico habitado, al igual que Baudelaire y Poe, por la muerte y la nada, un poeta lleno de contradicciones cuya ironía provocativa y anticonformismo nunca hubieran sido admitidos por quienes tanto defiende y que fueron, en su época de gloria, quienes quemaron mas de 20.000 libros "indignos" en 1933 en Berlín y expusieron el arte "degenerado" (Entartete Kunst) de Chagall, Kandinsky, Klee, Kokoschka, etc., en julio de 1937 en Munich.
Aurelia Arkotxa